Consegue en tempo real avisos de novos artigos no teu dispositivo, subscribete agora.
[La Voz de Galicia] Con más biodiversidad animal que el parque natural de las Fragas do Eume o el área del humedal de A Frouxeira, en Valdoviño. Así es hoy la que un día fue la escombrera de la mina de Endesa en As Pontes. Tras años de paulatina recuperación, cubriendo una zona de depósito de desechos con una capa vegetal se ha obrado casi un milagro: llenar de vida lo estéril. Actualmente viven en esta superficie de 11,5 kilómetros cuadrados 180 especies diferentes de animales: desde aves a lagartos, pasando por corzos, jabalíes, nutrias y un largo listado.
Todas estas familias de moradores llegaron a este espacio artificial por su propia voluntad, de forma totalmente natural. Y todas aparecen recogidas en un nuevo volumen editado por Endesa, Los habitantes de la escombrera, un estudio realizado para la compañía por científicos de la Universidad de Santiago dirigidos por el zoólogo Felipe Bárcena, y en el que figuran como coautores Laura Lagos y Aníbal Gil. «En Endesa nos sentimos orgullosos», decía ayer en su presentación el director general de la compañía para España y Portugal, José Bogas. No solo por el volumen sino por lo que significa de recuperación de la antigua escombrera, una iniciativa de responsabilidad social corporativa para «devolver al territorio algo casi igual a lo que inicialmente la propia naturaleza ofrecía».
«Causa admiración o poder de rexeneración», aseguraba el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, que acudía a As Pontes para esta presentación, junto al delegado de la Xunta en A Coruña, Diego Calvo, y responsables de la empresa como el director de Endesa Generación, Manuel Morán.