El viaje a Lugo por As Pontes ya es más rápido que por la autopista

La Voz de Galicia. Viajar a Lugo o salir de Galicia por la autovía de As Pontes es ya más asequible. Si bien la ruta más transitada sigue siendo la autopista entre Ferrol y Guísamo para enlazar después con la A6, la principal carretera para salir de la comunidad autónoma, la reciente apertura del penúltimo tramo de la AG-64 (Ferrol-Vilalba) salva ya uno de los principales inconvenientes a los que se enfrentaban los conductores a la hora de plantearse esa alternativa en sus viajes: el tiempo.


La Voz recorrió ayer el trazado entre Ferrol y Baamonde (el punto en el que se unen la ruta de Vilalba y también la de Guísamo a través de la A6) y constató que el viaje es ya más rápido por As Pontes que por la autopista. Ya con anterioridad a la apertura del tramo hasta Cabreiros se podía realizar un recorrido más corto, pero el mayor hándicap era entonces la conducción por el trecho de la carretera provincial AC-861, que se volvía más sinuosa en las proximidades de la villa minera, y también soportaba una circulación más densa. Pero ahora, el recorrido por vías de alta capacidad hasta el punto de destino es casi constante. Solo es necesario transitar fuera de la autovía durante los trece kilómetros que separan Cabreiros de Vilalba.
Siguiendo en todo momento las limitaciones de velocidad de cada trecho de carretera, el viaje entre Ferrol y Baamonde ocupó un total de 51,38 minutos para salvar una distancia de 80,73 kilómetros. A la inversa, el recorrido desde ese enlace lugués con la A6 por Guísamo llevó 52,01 minutos, y la distancia salvada fue de 88,69 kilómetros.
El principal hándicap que se encuentra el conductor por la alternativa más meridional, al margen de que el viaje sea ocho kilómetros más largo, es que requiere un tramo de 38 kilómetros en autopista de pago. La tarifa se fracciona en dos peajes distintos. Uno de ellos es el cobro de los apenas 2.000 metros que separan el puesto de Guísamo del acceso a la AP-9 desde la autovía A6. Ese trayecto cuesta 70 céntimos. El siguiente pago es el de Guísamo a Ferrol. El conductor abona en el peaje de Fene 2,40 euros más. En total, la tarifa asciende a 3,10 euros.
Al margen del consumo que pueda hacer el vehículo en cuestión (para esta comparativa se utilizó un utilitario de gasolina de gama media, que arrojó un gasto de combustible en torno a los 9 litros por cada 100 kilómetros), el dato es similar por ambos recorridos, ya que apenas hay variaciones en las elevaciones hasta la meseta luguesa. Esto se traduce en que la repercusión de las pendientes en el consumo sería igual en los dos casos.
Así las cosas, el trayecto por As Pontes supera ya en la práctica totalidad de los factores a la autopista AP-9, más transitada, a la hora de plantearse un viaje en automóvil a Lugo o Madrid. Y ni que decir tiene que todavía falta por finalizar un tramo, el de Cabreiros a Vilalba, para facilitar el recorrido sin abandonar la autovía en ningún momento. Está previsto que se abra a finales de este mismo año.

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