[La Voz de Galicia] La terminal portuaria de Endesa en Ferrol ha batido un nuevo récord. De enero a julio de este año, el muelle comercial Fernández Ladreda del puerto de Ferrol ha recibido la descarga de 2,5 millones de toneladas de hulla, un 66% más que en el mismo período del 2007. Este hito se ha logrado tras el cierre definitivo de la mina de lignito pardo, en diciembre, y después de reconvertir la factoría energética para utilizar un mineral menos agresivo con el medio ambiente y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero.
El mes en el que se recibió más hulla fue el de julio. Se descargaron 7,5 buques y se batieron los registros históricos con 512.592 toneladas. Hasta entonces, el mes de mayor movimiento de carbón en el puerto ferrolano había sido el de mayo de mayo del 2006 (470.353 toneladas). Abril de este año es el tercer mes en el ránking de descargas del combustible mineral (453.971).
Pero no fue el tráfico marítimo de carbón lo único que se incrementó en los primeros siete meses del año, sino que la clausura del yacimiento pontés también ha dejado su sello en el transporte rodado de ese mineral entre la terminal portuaria de Ferrol y el área de almacenamiento de la central térmica. En el mismo período, se realizaron más de 92.000 viajes entre el puerto y el parque de carbones de As Pontes. Contrasta esto con los 105.000 viajes realizados en todo el 2007.
También se aumentaron las frecuencias, de los 120 camiones que habitualmente hacían el recorrido a diario hasta los 160 convoyes actuales, lo que genera un sensible aumento de actividad en el sector del transporte. El incremento en los movimientos de carbón de Ferrol a As Pontes se traduce en casi un 53% más de enero a julio que en los siete primeros meses del pasado año.
El proyecto de transformación de Endesa Generación para la planta pontesa ha supuesto una inversión de 275 millones con la única finalidad de mejorar la eficiencia ambiental de la instalación, aunque las recientes obras de adaptación de las calderas de la central térmica para adaptarlas al potencial calorífico de la hulla han servido también para prolongar la vida útil de la factoría dos décadas más.
En cuanto a los resultados ecológicos de la transformación, Endesa-As Pontes ha reducido desde 1990 en un 17,6% sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, y un 62,5% en el caso del dióxido de azufre.