La Xunta aprueba con «carácter urxente» el sellado de los taludes en la autovía
El Ejecutivo gallego destinará 5,8 millones a impermeabilizar los materiales que provocaron la contaminación del río Eume.
[] La Voz de Galicia] El Consello de la Xunta ha declarado por «vía de emerxencia» y con «carácter urxente» el inicio de las obras del sellado de los taludes en la autovía Ferrol-Vilalba (AG-64) que originaron el desequilibrio en el ecosistema del río Eume. El Ejecutivo de Feijoo ha aprobado una partida de 5,8 millones de euros para acometer los trabajos de impermeabilización en el tramo de As Pontes-Cabreiros, donde se hizo acopio de materiales procedentes del desmonte de A Mourela que, con las lluvias, provocaron escorrentías con alto contenido férreo que contaminaron los cauces de los ríos Rego do Lavadoiro y Chamoselo, y estos a su vez, al Eume. El resultado, además de un aspecto rojizo de los cauces, fue una alteración del pH, que amenazaba la estabilidad del entorno.
Los aportes con calcita efectuados por Medio Ambiente, a través de la empresa Sogarisa, supusieron una medida correctora efectiva a corto plazo, ya que el problema radica en los aportes de aguas ferruginosas procedentes de los taludes, un problema que según ha indicado el presidente, «no fue detectado en su momento».
Los trabajos, que se iniciarán de «maneira inmediata» y con un plazo de ejecución de cinco meses, han sido adjudicados a la empresa Geotexan-Ga 21, que será la encargada de limpiar y regular la superficie de los taludes. La actuación incluye la impermeabilización de los mismos mediante la colocación de una membrana de polipropileno. Todo el conjunto, apunta la Xunta en un comunicado, se cubrirá con tierra vegetal.
Esta actuación había sido demandada con insistencia por la Sociedad de Pescadores Caaveiro, colectivo que desde los primeros síntomas de contaminación denunció en reiteradas ocasiones el peligro que corría la flora y la fauna del cauce que atraviesa las Fragas do Eume. Fue en mayo del 2008 cuando aparecieron los primeros reos muertos en la superficie del río. Desde entonces, los pescadores realizaron mediciones periódicas del pH y demandaron una solución definitiva, que pasa por el sellado de los taludes.