Los efectos secundarios de la gripe A

Algunos profesores temen que la incidencia de la enfermedad y el protocolo que obliga a los alumnos a permanecer siete días en casa frenen el ritmo de las clases
[La Voz de Galicia] La gripe A ya no causa en las familias la alarma que provocaba la semana pasada cuando el miedo a la enfermedad elevó el absentismo escolar hasta el 63% en el colegio Manuel Fraga Iribarne de Cariño. Ahora, los problemas que en los centros educativos de la comarca genera esta dolencia y los protocolos que lleva aparejados son diferentes: algunos profesores lamentan que la pérdida de horas lectivas afecte al rendimiento académico de los alumnos. Además, la redacción de informes y los procedimientos que deben activar suponen una tarea extra para los docentes, que, en ocasiones, ya estaban desbordados por el volumen de trabajo rutinario.


En este sentido, el director del CEIP Monte Caxado de As Pontes, Juan Jesús Bermúdez Fresco, apunta que la incidencia de la gripe A no es elevada en cifras globales, pero que genera una interrupción constante en la mecánica habitual de las clases. «Non son moitas, pero temos un goteo constante de baixas. Isto preocúpanos de manera especial. O que máis comentamos os profesores é que a próxima avaliación vai a estar moi condicionada pola falta de ritmo nas clases», explica Bermúdez Fresco, quien añade: «Moitos pais pídennos deberes para que os rapaces podan seguir traballando nas súas casas. Hai que darse conta que agora con un simple resfriado os nenos teñen que estar sete días fora das aulas».
Anecdóticamente, una profesora, ante el creciente absentismo en varias clases de un instituto de la ciudad, optó por adelantar un examen, ante el temor de que sus alumnos también se pusieran enfermos.
Tranquilidad absoluta
No obstante, un pequeño sondeo entre los centros de infantil y primaria y los institutos de la ciudad refleja que la tranquilidad reina en la comunidad educativa pese a que, en ocasiones determinadas, en algunas aulas falte más del 40% del alumnado. Todos los directores consultados insisten en que, debido a que las autoridades sanitarias únicamente realizan las pruebas de la gripe A a los niños con patologías previas, en la mayoría de las ocasiones en las que se detectan bajas por esta enfermedad se desconoce si se debe al virus H1N1 o no. Sin embargo, el protocolo activado por Sanidade obliga a los centros a poner en conocimiento de este departamento autonómico cada vez que el absentismo supera el 20%, sea cual sea la causa por la que los niños no van a clase. Así, ayer, entre otros, el instituto Sofía Casanova y los colegios Isaac Peral y Santa Juana de Lestonnac contaban con clases que superaban esa ratio de ausencias, algunas de las cuales se debían a gripes y otras a diferentes dolencias.
Para otro gran número de centros el pico máximo en el que se vaciaron algunas de sus aulas fue a mediados del pasado octubre, como en el colegio de Recimil y el instituto Concepción Arenal.
En muy pocas ocasiones los equipos directivos de los centros han tenido confirmación de que alguno de sus estudiantes se había ausentado a causa de la gripe A. «Y eso porque nos lo comunicaron los padres», puntualizan desde algún colegio.
Al mismo tiempo, los responsables sostienen que los padres están respondiendo con normalidad y enviando sus hijos sanos a los centros pese a que se hayan producido muchas bajas en algunas aulas.

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