Los niños despiden las vacaciones entre muñecos de nieve
La Voz de Galicia. La sobriedad de la central térmica del concello de As Pontes quedó ayer suspendida después de que la noche del pasado jueves volviera a nevar con gran intensidad. El sol, ausente la jornada anterior, añadió color en un día en el que los pequeños pudieron despedir sus vacaciones navideñas entre muñecos y batallas de bolas de nieve. Y es que padres de toda la comarca optaron por llevar a sus hijos a las inmediaciones de la central pontesa aprovechando la cantidad de nieve caída la noche anterior.
Francisco Rey fue uno de ellos. Su hijo pequeño, de apenas cuatro años, supo ayer por vez primera lo que era la nieve. Acompañado por su padre y sus dos hermanos mayores, pasó la mañana apretando nieve para lograr la bola más grande. «En esta zona suele haber nieve todos los años», explicaba Rey. «A los pequeños les gusta mucho jugar aquí», una zona en la que los habituales ciervos de la central aportaron cierta nostalgia a la imagen.
Por allí también estaba otro pequeño, de siete años, llegado de Mugardos. Después de haber pisado la nieve el día anterior, ayer volvió a pedir a su madre que le llevara a As Pontes. «Le encanta», comentaba ésta, Luz Pereiro, entre bolazo y bolazo. «Hace dos años ya vinimos a la central porque aquí suele haber bastante nieve». Otros tantos pasaron la mañana quemando energía subiendo por una pendiente cargando su trineo o una tabla de bodyboard para luego dejarse caer por un manto blanco. Por su parte, los más pequeños esperaban a orillas de la cuesta mientras fabricaban sus propios muñecos de nieve.
Pero el atractivo de As Pontes no estaba solo en las inmediaciones de la central. Alexia Castro, de ocho años y vecina del municipio, aprovechaba las últimas horas de sus vacaciones antes de regresar a las aulas el próximo lunes preguntando a todo el que pasaba por un céntrico parque la forma de coronar un muñeco de nieve con una cabeza. Por la zona también se encontraban adolescentes y algún que otro pequeño aprovechando la ocasión para desahogarse con sus padres. A bolazos.