As Pontes prueba con éxito la sustitución de un 40% del carbón

La plantilla afirma que técnicamente es viable y pide a Endesa que se replantee el cierre

La central de As Pontes logra funcionar rebajando su consumo de carbón. El comité de empresa de la térmica informó esta mañaña que las pruebas para sustituir un 40% de este combustible contaminante demostraron que existe una alternativa «técnicamente viable».  Endesa se ha comprometido a explorar el uso de biocombustibles para evitar el cierre de la planta en la que trabajan unas 750 personas entre la plantilla directa y las auxiliares.

Este lunes la central realizó las pruebas bajo la supervisión de los técnicos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. En las calderas de la central térmica se quemó una mezcla de 60% de carbón, 25% de lodos de depuradora estabilizados con cal y 15% de orujillo de aceituna (un residuo que queda tras la fabricación del aceite). «Ante estos resultados esperanzadores hay que seguir trabajando y la empresa no puede seguir escudándose en un posible cierre sin buscar alternativas», asegura el comité de empresa, según informó el sindicato UGT en un comunicado de prensa. As Pontes anunció a finales del mes pasado que no continuaría produciendo electricidad en la central térmica tras casi seis meses parada. Los elevados precios del CO2 – la central debe pagar para poder contaminar-  la expulsaron del mercado eléctrico al disparársele los costes de producción. La quema de biocombustibles también emite dióxido de carbono a la atmósfera. Pero al tratarse de residuos que además suponen un problema para el medio ambiente, quedan fuera del mercado de derechos de emisión y abaratarían el funcionamiento de la planta. 

El vicepresidente del comité de Empresa, Marcos Prieto, explica que si finalmente se demuestra la «posibilidad de transición con la sustitución del 40% del carbón, la empresa no tiene otra que apostar por la central de As Pontes», indica UGT. «Se está hablando del futuro del empleo directo, de las auxiliares, de transportistas y de toda una comarca», afirma Prieto.

Aunque la quema de biocombustibles sea técnicamente viable, en juego está también conseguir que la operación sea interesante para Endesa desde el punto de vista de la rentabilidad económica.También de la logística, dado que habría que desarrollar todo un sistema nuevo de suministro de los nuevos materiales a la central. 

Los trabajadores temen que los planes de Endesa pasen por cerrar la central y sustituir la potencia instalada con otras fuentes renovables como la eólica o la solar. La compañía eléctrica, que ya llevaba meses testando como funcionaba la planta con lodos, orujillo y biomasa, se comprometió en una reunión en el Ministerio de Transición Ecológica a seguir realizando pruebas durante este mes.

Fuente La Voz de Galicia

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