Comienza otra gran reforma en Endesa

La habilitación de sendos aparcamientos con 300 plazas activa las primeras tareas en la térmica pontesa

La tercera gran reforma de la central térmica de As Pontes está a punto de comenzar. Considerada por Endesa como una de las joyas de su patrimonio productivo, por su gran eficiencia, la central pontesa afronta un proyecto indispensable para continuar operando en un contexto de restricciones impuestas por la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) de la Unión Europea. Para ello, realizará una inversión superior a los 200 millones de euros, con la que adaptará sus instalaciones actuales y construirá otras adicionales, que le permitirán una reducción drástica de las emisiones, de hasta el 50 % de emisiones de óxido de nitrógeno y de dióxido de azufre.

Los primeros pasos para materializar este proyecto, que se prolongará hasta el año 2020, ya han comenzado, con los trabajos preliminares de la adaptación de la unidad. Tras finalizar las tareas de diseño de las soluciones técnicas para acometer la reforma y la tramitación del proyecto, la primera actuación sobre el terreno se llevará a cabo con la construcción de un nuevo aparcamiento para la plantilla de la central. El actual, situado delante de la térmica, será ocupado posteriormente por las nuevas instalaciones fabriles, necesarias para que la generación de electricidad con carbón se lleve a cabo con un menor nivel de contaminación.

De la construcción del gran aparcamiento de vehículos que sustituirá al actual se ocupará la empresa pontesa Intacta. En estos momentos se está desarrollando el proyecto de ejecución del estacionamiento, que estará dividido en dos partes: en una habrá cien plazas habilitadas para los trabajadores y en otra, de 200, para los subcontratistas.

La sustitución del estacionamiento actual también implicará la desaparición del actual acceso hacia el municipio, el que discurre por delante de la térmica, y la construcción de un acceso alternativo, que será financiado íntegramente por Endesa, con alrededor de tres millones de euros. Para la ejecución de la nueva infraestructura, la eléctrica ha firmado un convenio de colaboración con la Xunta.

Tal y como ya había sucedido con las otras adaptaciones anteriores, el grueso de los trabajos de reforma los asumirán grandes corporaciones industriales ligadas a las tecnologías que se implantarán en la instalación. Sin embargo, se da por segura la participación de empresas locales como subcontratistas en este proyecto. De hecho, ya se han cerrado diversos acuerdos para la ejecución de los distintos trabajos necesarios para la materialización de la reforma con compañías de la comarca. Así, Alstom ha elegido a las firmas Eumecons, Huso 29 (As Somozas), Electrorayma y Bilfinger (Narón); estas dos últimas participarán en la fase más inmediata de la reforma, con la puesta en marcha de los sistemas de desnitrificación.

También tienen ya tareas comprometidas Grúas y Talleres Cuiña, Cota Cero y otras empresas que tradicionalmente han desarrollado distintos trabajos en la zona, como Maessa, Cymi Massa y Grepcom.

Empleo

En los trabajos preliminares de puesta en marcha de la adaptación de la central ya están participando alrededor de medio centenar de personas, cifra que irá aumentando conforme se vayan incorporando nuevas actuaciones al proyecto, que estará culminado en el 2020.

Además de la inyección de recursos que va a suponer la que será la tercera gran transformación de la central térmica de Endesa en As Pontes, la materialización del proyecto supondrá un revulsivo de ocupación y empleo para un nutrido grupo de empresas auxiliares de la comarca. Los cálculos que maneja la eléctrica apuntan a que los trabajos, que se irán desarrollando en distintas fases, ocuparán en los momentos álgidos de actividad a entre 200 y 300 empleados. Además, se trata de una actuación que se prolongará a lo largo de los próximos cuatro años, ya que en el 2020 estarán finalizados.

En las últimas décadas, la térmica pontesa no ha dejado de adaptarse a los nuevos requerimientos ambientales: la primera reforma fue para poder mezclar el carbón de su mina con mineral de importación; la segunda, para utilizar únicamente carbón procedente de fuera y, la que está en marcha, para reducir las emisiones ajustándose a las últimas exigencias de las autoridades comunitarias.

Fuente La Voz de Galicia

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