Como director de Endesa en la zona noroeste, Miguel Temboury es el máximo responsable de una central que sostiene 750 empleos de forma directa y otros mil inducidos y que acaba de garantizarse que funcionará otras dos décadas más. La eléctrica ha dado luz verde a su reforma, en la que invertirá 218 millones.
–¿Cuál es el momento actual de la térmica de As Pontes, en un contexto de crecimiento muy leve de la demanda eléctrica?
– En el primer semestre del año la demanda de electricidad ha tenido un comportamiento débil. El precio medio del mercado mayorista de electricidad en el primer semestre ha sido de 30 euros por megavatio hora, frente a los 50 de la primera mitad de 2015, debido a la alta producción eólica e hidráulica y a los bajos precios de las materias primas. En este contexto, la producción de las térmicas de carbón se ha reducido a menos de la mitad con respecto al primer semestre de 2015. La central de As Pontes ha producido 2,2 TWh, lo que supone un descenso de «solo» el 35 %. Este dato constituye una buena muestra de lo competitiva que es esta instalación incluso en un contexto adverso de mercado.
–¿Qué actuaciones realizaron para conseguir que el análisis de viabilidad de la central transformada realizado por Endesa saliese positivo?
-Los equipos técnicos llevan meses trabajando en diversas alternativas para asegurar la viabilidad del proyecto. Hemos aprovechado las últimas paradas por revisión de grupos para probar diversas medidas primarias de desnitrificación y desulfuración. Algunas de esas medidas han sido incorporadas al proyecto final permitiendo ajustar el volumen de inversión sin renunciar a los objetivos de reducción de emisiones. El apoyo institucional también ha sido decisivo. Hemos podido contar con un respaldo claro y sin fisuras por parte de la Xunta de Galicia, que ha transmitido en todo momento que este es un proyecto estratégico y prioritario para Galicia. Asimismo, el Concello de As Pontes ha estado siempre a favor de la continuidad de la central.
–¿Cuáles son los pasos de ejecución del proyecto de adaptación a la Directiva de Emisiones Industriales?
-La búsqueda de la mejor solución técnica ha consumido mucho tiempo, pero era inevitable para la toma de la decisión correcta. Ahora vamos justos de tiempo, por lo que es fundamental agilizar la tramitación administrativa, en la que esperamos contar, como hasta ahora, con el apoyo de las administraciones. La implantación en la central de las empresas contratistas y el inicio de las obras están programados para mediados del año próximo.
–¿Han cuantificado el impacto económico que tiene la central en la comarca?
-En 2015 el complejo de Endesa en As Pontes inyectó a la economía gallega 72 millones de euros entre pagos a empresas auxiliares, sueldos del personal propio y tasas y tributos locales.
–¿Cómo son las relaciones que mantienen con la industria de la zona? ¿Contarán con ellas para la reforma?
-Nuestra actividad ha propiciado el nacimiento y arraigo en la zona de unas empresas que han logrado un alto nivel de cualificación y eficiencia, por lo que Endesa confía mucho en las compañías locales. Además, también han sabido asimilar nuestros valores y, muy especialmente, nuestra preocupación por la prevención de riesgos laborales. Las relaciones, por lo tanto, son intensas y buenas. Las cuatro décadas de actividad de la central térmica han contribuido de forma decisiva al desarrollo de un importante tejido industrial en la zona que es muy eficiente. En la medida en que su capacidad técnica y competitividad lo permitan, las empresas locales deberían tener una participación relevante en el proyecto de remodelación.
–La central consume únicamente carbón que llega al puerto ferrolano. ¿Qué previsiones manejan en cuanto a las importaciones?
-Terminaremos el año en el entorno de los cuatro millones de toneladas de carbón. Ello significa que el 35 % del tráfico del puerto de Ferrol está vinculado con Endesa, una contribución muy notable al desarrollo de Ferrolterra.
–La planta pontesa es una de las joyas de la corona de Endesa en el país. En un contexto de descarbonización del sector energético que viene demandándose en Europa, ¿qué papel cree que está llamada a desempeñar?
-El grupo Enel se ha fijado el compromiso de llegar a ser neutro en la emisión de carbono en el año 2050. El futuro a largo plazo de la generación de electricidad está en tecnologías que no emitan CO2 y tengan origen renovable. Pero mientras no consigamos desarrollar la tecnología de almacenamiento de electricidad que solucione el problema de la intermitencia de las energías renovables, la central de As Pontes será imprescindible como respaldo para garantizar el suministro a largo plazo del sistema eléctrico nacional. Además, este respaldo se hará en unas condiciones ambientales muy buenas tras la modernización de la central acordada esta semana por el consejo de administración de Endesa.
Fuente La Voz de Galicia