«El futuro del PSdeG pasa por nombres que no son famosos, incluido su líder»

Si tiene preferencia en este proceso interno para elegir líder socialista, se la guarda para él. Cree que tras la tempestad llegará la calma para reconstruir el partido en Galicia y España

Es poco amigo de los titulares grandilocuentes. El suyo es un discurso moderado. González Formoso (As Pontes, 1971) se declara amante de la «vieja política» y admirador del legado de Felipe González. Pero harían mal quienes automáticamente lo alineen con Susana Díaz. Él juega al despiste en este proceso de primarias.¿A quién va a apoyar usted?

Me lo guardo. Entiendo que en un proceso donde el militante es la referencia, debemos dejar que fluya esa concepción democrática de las primarias. Los cargos públicos que podemos ejercer influencia mejor nos guardamos nuestra opinión.

Pues va a ser el único que no la dé en su partido…

Creo que hay más casos de compañeros que comparten mi visión.

Usted que es persona en contacto con la base de su partido, ¿qué le dice el afiliado de base respecto a los tres principales candidatos?

Lo que clama, igual que la sociedad, es que a la vista de un PP que no es su opción política natural, de un Podemos que ha defraudado, nos piden con máxima urgencia que reconstruyamos el partido y no dejemos que las primarias nos dividan.

Al final se darán cuenta que las primarias son un instrumento autodestructivo para la izquierda.

La culpa no es de las primarias, sino de las personas que las manejamos. Debemos saber leer que podemos tener proyectos alternativos y diferentes, pero compartimos algo mucho más importante: una misma ideología. Las primarias son un sistema muy bueno pero que debemos aprender a manejar.

¿Los proyectos de los tres aspirantes, son recibidos de igual manera por el militante?

En el análisis de los proyectos, todavía hay cierta pasión. El proceso convulso que vivimos, con la frase inédita de “yo soy la máxima autoridad política de este partido” de una persona que no conocíamos ni nadie había votado, es un factor que pesa. Yo pediría un análisis lo más objetivo posible, teniendo en cuenta lo que nos jugamos: que al día siguiente podamos ofrecer una propuesta sólida.

¿Qué resultado cree que van a arrojar las primarias en Galicia? ¿Algo similar a las que eligieron al candidato a la Xunta?

Sí. Va a ser una situación parecida, es la sensación que me da. La militancia, por lo que percibo, puede pronunciarse así. Es verdad que aquí hay un factor nuevo, que es la existencia de tres candidatos.

¿Qué le pasa por la cabeza cuando Pedro Sánchez promete ganar elecciones cuando consiguió los dos peores resultados en la historia del PSOE?

Estamos en campaña, y vamos a escuchar frases y axiomas que a los candidatos les parecerán normales pero para los que estamos fuera no pasan de simples lemas. Sánchez tuvo sus propios exámenes, pero si ganara las primarias, las circunstancias serían distintas. El propio país atraviesa un momento diferente. Varían los agentes de juego.

¿Usted se habría abstenido para que Rajoy gobernara?

Yo habría respetado lo que aprobara el comité federal de mi partido.

En La Coruña se entendió muy mal que rechazaran la moción de confianza de Ferreiro pero que lo dejaran gobernando y no apoyaran una censura.

Estoy de acuerdo con lo que la pregunta esconde, que es el desconcierto que muestra el PSOE. La postura y el papel de los socialistas en esta legislatura está siendo muy difícil. El PSOE y La Coruña son socios históricos. Y ahora nos toca gestionar un papel muy menor respecto al pasado. Permitimos la investidura de Ferreiro porque el resultado en las urnas fue una demanda de cambio. Y no podíamos obstaculizarlo. No significa que avalemos todo lo que hace el alcalde. Debe haber temas de ciudad por encima de cuestiones partidistas. El gobierno municipal debería hacer intentos por el consenso, como la mancomunidad o La Solana. La ciudad vive demasiado anclada en las batallas partidistas. Y el PSOE aquí tiene más responsabilidad que nadie, por su trayectoria histórica.

Bien sabe que sentó mal en sectores del PSOE de La Coruña que usted presentara a Ferreiro en un desayuno informativo de manera generosa

Fue una petición de un alcalde. Lo habría hecho con cualquier otro, fuera del signo que fuera. Es mi obligación como presidente de la Diputación. Haríamos mejor en preocuparnos por las perspectivas y resultados electorales del PSOE en la ciudad, que son los que son, en vez de preocuparnos porque yo me lleve bien con todos los alcaldes de la provincia.

La Coruña como síntoma, pero ahí están también Ferrol y Santiago. Su relación como partido con el populismo no es la mejor.

No tenemos que acomplejarnos con nada. El PSOE es un partido responsable de buena parte de lo mejor que ha pasado en este país en los últimos treinta años. Ahora construimos un proyecto realista que nos permita como sociedad superar los retos que tenemos por delante, que son enormes. Nos enzarzamos en cuestiones menores como si presento a Xulio Ferreiro, en vez de cuestiones que sí mejoren la vida de los ciudadanos. La relación con los populismos nos aleja de una visión realista de las cosas.

Decía un dirigente del PSOE andaluz en una charla interna que «el PP es el adversario, pero Podemos es el enemigo». ¿Comparte el diagnóstico?

Todo lo que dijo ese dirigente es patético, respecto de Podemos, del PSC, de Margarita Robles… Podemos no es el enemigo. El enemigo es que en este país no haya un proyecto socialdemócrata para hacer frente a los retos del país. Nuestro enemigo somos nosotros mismos.

Galicia. ¿Qué va a pasar aquí con la gestora?

Nada. Es un tema muerto y no es el verdadero problema de este partido. Cuando pase el congreso federal habrá uno autonómico, en el que deberemos tener altura de miras y generosidad todos.

¿Ha sido una gestora de parte?

No, qué va. Se ha dedicado a una gestión de perfil muy bajo, teniendo en cuenta su papel. Nadie recuerda una gestora de perfil tan bajo.

Su nombre llegó a incluirse en una nueva gestora propuesta a Ferraz e impulsada desde Vigo. ¿A usted se le consultó?

Se me consultó dos veces y dije que no estaría, porque entendía que no procedía. Inyectar más inestabilidad a un partido en Galicia que vive un momento muy convulso no era de recibo ni inteligente.

¿Y no habría sido más fácil haber organizado cuanto antes el congreso gallego?

Probablemente sí. Hubo una suspensión de esa capacidad de la gestora gallega por parte de la gestora federal.

¿Qué PSOE necesita Galicia?

Un PSOE que responda a lo que pide la sociedad, donde cotiza muy al alza la estabilidad, la unidad, sin que eso signifique renunciar a la pluralidad. Un PSOE unido, que se dedique a lo importante y no a las cuitas internas. Lo principal es serenarnos, poner a los mejores equipos que tengamos y no atender a criterios territoriales. Si el mejor candidato es de Chapela, tendrá el apoyo de la provincia de La Coruña, eso sin duda.

Para heridas, las del PSdeG, oiga.

Estoy convencido que si hay gente que nos dedicamos a curarlas, se curarán. Con un poco de generosidad de todo el mundo, las heridas cicatrizarán.

¿Le rondan nombres para liderar el partido en Galicia?

Sí. Hay mucha gente buena, alguna tendría incluso que explicar quiénes son, porque no son conocidos. Gobernamos en muchos concellos, tenemos alcaldes y concejales con capacidad e ilusión enormes. Saben ganar. Son los que tienen que protagonizar el futuro de este partido

O sea, que el futuro del PSdeG no está en los grandes nombres…

El futuro del PsdeG pasa por muchos nombres que no son famosos. Incluido el del líder.

¿Es usted de los que ha echado de menos un comité nacional gallego en todo este tiempo?

Yo echo de menos foros donde nos encontremos. El comité nacional puede ser uno. Pero las soluciones para el PSdeG no están en los estatutos, sino en el sentido común y el espíritu socialista y de compañeros.

¿Sigue convencido de dar un paso atrás a corto plazo? Como siempre niega dar pasos adelante en el partido…

Hombre, no dar pasos adelante no implica dar un paso atrás. Yo estoy muy a gusto en el ámbito municipal, y estamos aportando algunos granos de arena, mucha ilusión. Donde me pidan los compañeros que eche una mano, estaré.

Hubo compañeros que le pidieron que se presentase a las primarias para la Xunta.

Sí, pero también uno tiene que ser consciente de sus limitaciones.

O sea, que no se arrepiente de la decisión que tomó de no presentarse.

No, no, de arrepentido nada. Tengo claro que ese paso no debía tomarlo. Estoy desesperado por ayudar a reconstruir el proyecto socialista, porque así lo reclama la sociedad. Ahí estaré echando una mano. Pero no tengo esa ambición.

Fuente ABC

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