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[El Progreso] NO hay una información clara, hay que sospechar que de forma interesada, sobre el futuro de la central de As Pontes. Hay ocultismo informativo.La entrada en vigor del decreto que prima el consumo de carbón español, mientras no se demuestre lo contrario con hechos, es una mala noticia para As Pontes. Siembra dudas sobre los intereses laborales de As Pontes y Cerceda. No es. o no debería ser, por el número de empleos y el efecto sobre una comarca, un tema menor en Galicia. La ausencia de información clara alimenta la sospecha de los peores auguiros. Los intereses de Galicia no han estado presentes en esta decisión que hay que calificar de vieja política autárquica: el apoyo al carbón de producción española. El mantenimiento artificial, por decisión política, de una actividad. Si grave es el silencio y la siembra de confusión sobre el futuro,para que no aparezcan claras las responsabilidades y las posiciones, más grave resulta que en Castilla-León se haya enviado desde algunos medios políticos el mensaje de que Galicia y la Xunta de Galicia quería perjudicar a los mineros de esa región. El nivel cinismo político no conoce ya límites. A pesar de todo, hay que pedir claridad sobre el futuro de As Pontes, de los puestos de trabajo directos e indirectos y posiciones transparentes y sin artificios cínicos.