La contaminación en Galicia es ahora menor que hace veinte años
Castilla-León y Asturias son las otras dos comunidades que han logrado cumplir con el Protocolo de Kioto
La crisis y la parálisis de las térmicas han llevado a una drástica reducción en las emisiones de efecto invernadero
[La Voz de Galicia] Galicia emite hoy menos emisiones de efecto invernadero a la atmósfera, principalmente dióxido de carbono, que hace veinte años. Así se recoge en el estudio sobre la evolución de las emisiones por comunidades presentado ayer por la delegación española del Instituto Worldwatch y Comisiones Obreras, y que constituye el análisis de referencia en este campo. El mayor empuje de las energías renovables y, sobre todo, la crisis económica y la situación de semiparálisis de las centrales térmicas de As Pontes y Meirama, sobre las que aún pesa la amenaza del decreto que prima la producción eléctrica con carbón nacional, son los factores que explican un descenso histórico de la contaminación que permite a la comunidad cumplir holgadamente con el Protocolo de Kioto para la lucha contra el cambio climático.
Galicia es, de hecho, junto con Asturias y Castilla-León, la única comunidad que se adapta a los compromisos adquiridos por España, que, en conjunto, sigue incumpliendo con un tratado de carácter vinculante que se mantendrá en vigor hasta el 2012. España disminuyó de forma significativa sus emisiones en el 2009, un 8,2%, con respecto al año anterior, pero aun así mantiene un incremento de un 28,5% con respecto al año base de 1990, el que se tiene en cuenta para la contabilización de Kioto, cuando el máximo que puede contaminar se sitúa en un 15%.
Las emisiones gallegas, por el contrario, son menores que las de 1990. Ese año se liberaron a la atmósfera 27,9 millones de toneladas de dióxido de carbono, por las 27,7 que se dejaron escapar en el 2009. «La situación no es ya que Galicia cumpla con Kioto, sino que lo requetecumple», asegura José Santamarta, el responsable en España del Worldwatch Institute. Las emisiones en la comunidad se redujeron en casi dos millones de tonelada, un 6,7%, en el 2009 con respecto al año anterior, aunque la evolución se entiende mejor si se compara con el 2007, el año anterior a la crisis. Así, la disminución de CO2 en el último bienio ha sido de un 21%, más que el 15% que registró España de media durante el mismo período.
La muestra de que detrás de esta positiva evolución se encuentra la crisis, que provoca una caída en la demanda, se observa en las emisiones de las centrales térmicas de Meirama y As Pontes, los principales focos de emisiones de gases de efecto invernadero en la comunidad. Entre el 2007 y el 2009 la planta operada por Endesa redujo su liberación de dióxido de carbono y otros gases contaminantes en algo más de 3.700.000 toneladas, un 41,5%. El descenso aún fue más drástico en la instalación operada por Gas Natural-Fenosa, donde el recorte en el mismo período alcanzó el 71%, aunque también es cierto que la central con base en el municipio de Cerceda estuvo parada durante casi un año por las obras de modernización de sus calderas. Para este año las perspectivas no son mejores, ya que durante el primer semestre solo se mantuvo activa durante quince días, aunque en este caso por la mayor preponderancia en el mix eléctrico de las energías renovables.
Pero, pese a la drástica reducción de la contaminación, los gallegos se siguen situando entre los ciudadanos españoles con mayor renta per cápita de emisiones. A cada uno le corresponden 9,92 toneladas de CO2, frente a la media nacional de 7,93.
Lo que tampoco ha cambiado, a juicio de Worldwatch, ha sido la aplicación de políticas más activas para la prevención del cambio climático. ««Si las emisiones han bajado ha sido sobre todo por la crisis, no por las políticas que se hayan adoptado», se lamenta José Santamarta.