La reforma energética dispara el temor por la central pontesa

[La Voz de Galicia] La última reforma energética aprobada por el Gobierno el pasado viernes ha disparado la preocupación por su posible repercusión en la central térmica de As Pontes. La patronal Unesa —en la que están representadas las grandes eléctricas, entre ellas Endesa, dueña de la planta eumesa— ya manifestó su rechazo a la modificación de algunas reglas del juego en el sector y, por considerarse especialmente agraviada frente a otras empresas, anuncia que las medidas del Ejecutivo les obligan a «replantearse sus inversiones en España» y a llevar a cabo «una drástica reducción de empleo». Estas declaraciones tienen una especial trascendencia en As Pontes, ya que Endesa tiene que decidir antes de que finalice este mismo año si lleva a cabo a partir del 2016 inversiones millonarias —de más de 275 millones de euros— para adaptar su térmica a las nuevas exigencias medioambientales europeas.
Tanto el alcalde, Valentín González Formoso, como el presidente del comité de empresa de la térmica, Luis Varela, se han sumado a las críticas a la reforma y han manifestado su preocupación por su repercusión en la viabilidad futura de la central. Ambos sostienen que la nueva regulación no entra a solucionar el problema de fondo del sector para solventar el déficit de tarifa —el desfase entre los costes de generación y los ingresos en el sector— y continúa penalizando a las tecnologías como el carbón, que están funcionando muy por debajo de su capacidad, arrojando incertidumbre sobre su futuro. «En estas circunstancias responsabilizo al Gobierno de cualquier decisión contraria a realizar inversiones en las centrales gallegas por no haber afrontado la fijación del precio de la energía en el mercado », afirmó Valentín González. Además, reclamó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que mantenga ahora la misma actitud combativa que tuvo cuando el anterior gobierno socialista puso en marcha el decreto del carbón.


Pedir la moratoria
Los trabajadores de la central pontesa también reciben la reforma con preocupación. Luis Varela aseguró que «ahora debemos solicitar con más razones que nunca la moratoria en la aplicación de la directiva europea de emisiones», que obliga a las eléctricas a decidir antes de que acabe el año si reformarán las centrales térmicas a partir del 2016 o las mantienen como están y las cierran en el entorno del 2020. «Cada vez el escenario para las térmicas de carbón es más preocupante», subrayó, por lo que añadió que sería muy perjudicial obligar a las empresas a tomar decisiones estratégicas con inversiones millonarias con tantas circunstancias en contra.
Un mercado eléctrico con una continua bajada de la demanda debido a la crisis económica, un escenario de incremento de la presión fiscal al sector y una presencia cada vez menor de energías convencionales frente a las renovables. Ese es el contexto en el que la central térmica de Endesa en As Pontes está operando, muy por debajo de su capacidad, lo que ha llevado a que por primera vez, este año haya entrado en números rojos. Pero tiene la espada de Damocles encima. Después de afrontar una inversión de 275 millones de euros en el 2007 que la hizo menos contaminante, de nuevo debe decidir otro gasto similar con incertidumbres regulatorias, según las eléctricas. De la decisión, que hay que tomar en cinco meses, dependen 900 empleos en la comarca, tanto directos como auxiliares.

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