Valentín González Formoso: La gente quería votarnos pero no les hemos dejado. Se cansó de frivolidades

“Los vecinos de As Pontes han visto que defendemos los intereses de este pueblo no solo con la boca. Eso te da credibilidad y explica que sea el único concello coruñés en el que ganamos el 20-N”
[La Opinión] 31 votos. Este fue el estrecho margen por el que el PSOE se impuso el 20-N al PP en el concello de As Pontes. Un resultado apretado aunque suficiente para darle a este partido su única victoria en toda la provincia de A Coruña. Pero a pesar de tener motivos personales para estar satisfecho, Valentín González, alcalde de As Pontes desde 2007 y miembro de la Executiva del PSdeG, no duda en hacer autocrítica e interpreta los resultados como un “voto de castigo a Zapatero” por parte de una sociedad “que se cansó de frivolidades”


-¿Esperaba un castigo tan duro como el que sufrió este domingo el PSOE en todo el país?
-La verdad me lo esperaba por lo que escuchaba en la calle todos los días. Porque no habíamos sido capaces de adoptar las medidas que la gente quería y las que se adoptaron, molestaron a muchos. El mensaje en las urnas ha sido rotundo.
-As Pontes fue el único concello de la provincia en el que el PSdeG ganó, un escenario que supongo que no entraba ni en las peores previsiones del partido…
-Las previsiones de la dirección provincial eran mantener los diputados o la pérdida de uno y se han cumplido. Las encuestas coincidían todas, incluso la del CIS. Había una sensación en la calle que te hacía entender claramente que no se generaban esperanzas lo suficientemente interesantes como para que la gente fuera a votar al PSOE. Yo tenía muy claro que la gente iba a cambiar a pesar de que tampoco le ilusionaba demasiado Mariano Rajoy.
-¿A qué atribuye que el PSOE de As Pontes aguantase mejor el tirón el 20-N?
-Yo creo que hay una clave eminentemente local, una especie de compromiso mutuo. La gente ha visto que cuando defendemos los intereses de este pueblo no lo decimos solo con la boca, sino que hemos peleado contra decisiones de nuestro propio Gobierno, como el decreto del carbón, porque nos parecían injustas y atentaban contra los intereses de As Pontes. Eso te da credibilidad y sumado a que tenemos un discurso socialista pero matizado a nivel local creo que explica el resultado. Echamos de menos en estos cuatro años que se acometiera alguna reforma que llevamos reclamando 30 años. No es normal que se tarde igual en tramitar el permiso para una fábrica después de la crisis que antes porque no tiene la misma importancia un proyecto que dé trabajo a 30 personas hoy que antes. No es normal tardar un año y dos meses para conseguir un permiso para una escuela pública porque detrás de esa autorización hay dinero, riqueza y empleo. Eso es una injusticia, una torpeza y una cuestión que de mejorar incidiría directamente en la economía. Hay muchos temas que malfuncionan y estos cuatro años ha faltado un análisis de las cosas que malfuncionan en este país e intentar corregirlas. Si se hubieran adoptado diez medidas en ese sentido, más un cambio de Gobierno para nombrar a ministros con más peso, hoy los resultados serían muy distintos. Pero la gente se cansó de frivolidades.
-Hace una lectura muy autocrítica de los resultados….
-Es una realidad. Estas elecciones eran tan cruciales y el desgaste político ha sido tal que la gente cuando votaba ni siquiera veía a Rubalcaba. Ha sido un voto de castigo a Zapatero y sus decisiones. Y no hay que hacer ningún otro análisis. Si acaso aquí por el tamaño del pueblo y porque el discurso a nivel local no coincide tanto, tanto con el de Zapatero, la gente apuesta por él. En cualquier caso es un orgullo poder decir esto más allá de la etiqueta que me pongan de Astérix en la Galia.
-Supongo que no le habrán faltado felicitaciones…
-Me han llamado el presidente provincial del PP, el de la Diputación de A Coruña y el secretario de Organización de mi partido.
-¿Cómo ve el futuro a corto plazo del partido, con la sucesión de Zapatero sobre la mesa?
-Es una oportunidad para poner a los mejores. Debemos evitar las prisas, los contubernios, los repartos territoriales, por amistades y por mediocridades. Creo que la gente es socialista. El PP subió 400.000 votos y nosotros perdimos cuatro millones seiscientos mil de gente que se quedó en casa o envió su voto a otras opciones de las que podemos recuperarlos con un discurso razonable y realista y con líderes razonables y realistas, que se lean las encuestas del CIS. Tengo claro que la clave es el cambio de discurso. Menos frivolidades y más realismo. Y no es lo mismo que transmita eso una persona que formó parte de las frivolidades que alguien capaz de ilusionar. Espero que dentro de cuatro años no se lo pongamos tan difícil como esta vez. Querían votarnos y no les hemos dejado.
-¿Pide caras nuevas?
-No es que sea yo quien pide eso, es que la gente en la calle pide una renovación. Y si vamos a volver a ignorar lo que nos dice la gente…
-Y en clave autonómica, ¿qué le toca ahora al PSdeG?
-Igual que decía que no se puede hacer una lectura a nivel municipal, tampoco a nivel autonómico. Lo que debemos hacer desde el PSdeG es construir una alternativa que a la gente le resulte atractiva y hay muchísimos mimbres para que sea así. Pero claro, tenemos que ilusionar y en un escenario complicado porque hay un apoyo masivo al PP. Contra las adversidades hay que poner ilusión encima de la mesa y estoy convencido de que la gente quiere que nos rearmemos rápido con un discurso creíble y que pongamos al frente a gente capaz de transmitirlo. Hay que tomar una decisión adecuada entre todos y en ese sentido a mi febrero me parece demasiado pronto. Espero que no sea simplemente el arreglo de una versión 2.0 del Gobierno de Zapatero.
-¿Y cuáles serán los ingredientes para esa remontada en las autonómicas, más caras nuevas?
-Aquí hay un secretario general que es indiscutido a fecha de hoy. Y lo que hay que hacer de cara a las autonómicas es tener claro que el candidato va a estar apoyado por todo el partido, una unidad férrea. En un momento de dificultad lo que hay que hacer es ir a los órganos del partido si alguien tiene algún tipo de duda que poner encima de la mesa. Pero en cualquier caso veo muchísimo más importante que las caras y los nombres el discurso.

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