Recargando la batería en la central térmica de As Pontes

[La Voz de Galicia] Todo el mundo ha soñado con poder cargar su coche en el enchufe de casa. Una quimera que ya se ha convertido en una realidad. Eso es lo que pudieron comprobar ayer medio centenar de trabajadores de la central térmica de As Pontes que participaron en una jornada por la Semana Europea de la Movilidad. La compañía Endesa desplazó hasta las instalaciones un vehículo híbrido, es decir, que dispone de dos propulsores, uno eléctrico y otro de combustión. Apenas hace ruido, consume menos y casi no emite gases contaminantes. Un ingenio que parece del futuro, pero que se abre un hueco en el presente.


«Cuando lo conduces el silencio es prácticamente absoluto», comenta el técnico en instrumentación Matías López, poco después de hacer un pequeño recorrido con el coche. «Me gustó mucho, pero es cierto que yo iba predispuesto en sentido positivo antes de la prueba. Pienso que es algo que se debe potenciar», comenta.
En la misma línea se expresaron Carlos Gómez, que trabaja en Planificación y Control de la central, y María José Varela, que lo hace en Administración de Personal. «La facilidad de conducción y el silencio son, sin duda, las características que más resaltaría», señaló Gómez. «No estás acostumbrada -comenta Varela- a esa tranquilidad mientras viajas en un coche», añadió.
Pasa la mañana y ya es mediodía. El vehículo necesita cargar la batería y nada mejor que enchufarse directamente a la central térmica de As Pontes, con capacidad para producir 1.400 megavatios. «Pero, si quieres, lo puedes conectar al enchufe de tu casa», comenta Roberto Chorén, del departamento de Investigación y Desarrollo de Endesa. «Este prototipo tiene un motor eléctrico que desarrolla 80 caballos y uno alimentado por gasolina de 100 caballos. El primero tarda en cargarse una hora y media y tiene una autonomía, si funcionase a pleno rendimiento y en solitario, de 20 kilómetros», destaca.

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