Endesa reduce a la mitad su producción en As Pontes en pleno debate sobre el carbón

[El Progreso, por Cristina Arias] La central térmica de Endesa en As Pontes funciona desde principios de semana al 50% de su capacidad -dos de sus cuatro grupos se apagaron el lunes-, debido a la caída de la demanda energética tras el verano y ante un clima de incertidumbre a la espera de una respuesta inminente de Bruselas sobre la entrada en vigor o no del decreto español del carbón, que prima el mineral nacional en detrimento del foráneo, con el que trabaja la planta pontesa, y que podría colocarla a la cola del mercado energético.
«Es un momento de incertidumbre y estamos a la expectativa», apunta Miguel Ángel López, presidente del comité de empresa de Endesa (UGT), en un momento en el que se reabre de nuevo el debate sobre el decreto del carbón, tras rechazar el Congreso este martes las reformas propuestas por el BNG a la normativa, con los votos en contra del PSOE y la abstención del PP.


«Con este decreto o que se fai é trasladar o problema, porque o que se conseguirá é que para que unhas empresas entren no mercado con carbón nacional, outras como As Pontes e Meirama, paren ata 2014», explica el delgado sindical de la CIG en Endesa, Fernando Branco, que hace hincapié en que la aplicación de la nueva legislación pondrá en peligro la continuidad de 2.000 empleos en las comarcas afectadas.
«Nunca se aplicou algo así, porque este decreto trata de modificar o sistema eléctrico, no que, excepto as enerxías renovables, as demais entran por prezo no mercado», apunta, mientras critica que se trata de una decisión política y recuerda que la prórroga de la UE en tomar una decisión demuestra que «hai dudas».
«Desde FIA-UGT consideramos que tiene que salir para adelante porque es una parte del Plan Estatal de la Minería 2006-2012 que está firmado y que no afectará a centrales como la de As Pontes, porque el propio decreto contempla medidas correctoras», explica Roque Vidal,.
Las medidas que se contemplan actualmente en el decreto son dirigidas a las empresas, el llamado lucro cesante, por el que cobrarían como si estuvieran produciendo aunque estuvieran paradas. «Eso é bo para a empresa, pero non para as comarcas nin para tódolos postos de traballo relacionados co carbón, como as empresas auxiliares ou o transporte, que se verían moi perxudicados», dicen desde la CIG.
«Por mucho que haya una compensación, en las auxiliares y en el transporte va a repercutir, porque habrá la mitad de barcos en el puerto y menos carga de trabajo», comenta el presidente del comité de empresa, que defiende que pese a que la situación se plantea difícil «no queremos creer en el parón total de la planta y esperamos que se reparta el mix energético para poder seguir produciendo».
En el año 2006, dentro del reparto energético se estipuló un 15% de la producción para el carbón. «Defendemos la solidaridad con el resto de cuencas mineras, pero de ese 15% las centrales de carbón importado deberían tener derecho a una parte, no vaya a ser que maten a unos para vivir otros, porque no me creo que ni un gobierno ni otro, aparte ideologías, sea capaz de matar a una comarca para subvencionar a otras empresas», concluye López.
Bruselas decide «en semanas». El decreto del carbón fue aprobado por el Gobierno en febrero, pero su entrada en vigor está pendiente del visto bueno de Bruselas, que, según declaraciones del comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, recibirá una respuesta «en próximas semanas». Ese decreto regula las ayudas a las centrales térmicas para que éstas consuman cierto porcentaje de carbón nacional, más caro que el importado.
Crisis. El decreto llega en un momento en el que la producción de la planta de As Pontes ya se ha reducido drásticamente con respecto a otros años, debido a la caída de la demanda energética y al auge de las energías renovables.

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